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16 de abril de vacaciones.

En estos días un tanto raros en los que tratamos de poner al blog en sincronía con el proyecto cada vez más avanzado (gracias, eso sí, a un equipo artístico de altos vuelos que no estamos muy seguros de merecer) nos hemos regalado un pequeño descanso. Salíamos de casa con el coche cargado hacia Monleras (Salamanca) cuando empezaba a arder la catedral de Notre Dam. Esther ha estado dando unos retoques al guión porque ya hay calendario de ensayos. Además de ordenador decidió llevarse a la tetera y a Iqbal Masih, que Gloria Hernández Rodilana tiene ya casi listo, a falta de algunas varillas. Así Eva y ella podían empezar a probar manipulación y algunos diálogos... Varios momentos del proceso de construcción del títere de Iqbal Masih, por Gloria Hernández Rodilana. Tanto descanso nos ha permitido, no obstante, pensar y entre otras cosas hemos pensado en el coste de las cosas: la catedral parisina, para cuya restauración se han donado cientos de millones de euros en pocas horas,
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Cómplices.

Una de las mejores maneras de dar solidez a un proyecto nuevo es dotarlo de sentido, o reforzar este en el caso de que ya tuviera sentido suficiente. Cuando se pensó en la manera de abordar las preguntas que la lectura y, en general, el conocimiento de la historia de Iqbal suscitó se tuvo desde el principio la seguridad de que lo mejor era tratarlo en los talleres de interpretación que componen la escuela de teatro Pie Izquierdo. Esther Pérez Arribas en el stand de la feria de danza y teatro de Huesca. Entre los diversos cursos que Esther Pérez Arribas imparte en Valladolid los del colegio García Quintana ofrecen unas condiciones ideales de experimentación por cuanto que existe ya una vieja complicidad con los padres y los alumnos que permiten crear nuevas oportunidades pedagógicas. Por eso trabajar allí la historia de Iqbal Masih en el primer trimestre del curso 18/19  fue la mejor manera de contrastar las posibilidades escénicas y pedagógicas de una historia que empezaba así i

Reebok.

Cuando Iqbal Masih escapa del taller de alfombras en el que llevaba ocho años trabajando como esclavo tiene doce y la estatura de un niño de seis. Pasaba horas tejiendo, a menudo encadenado a la tejedora, a veces golpeado por sus patronos. En 1992, un año antes de escapar, conoce a Ehsan Khan, creador y líder del Frente de trabajadores de ladrillos, otro de los sectores productivos del Pakistán de la época con mayor número de esclavos. Lo que el niño aprende le convierte en líder de los derechos de la infancia. Logra que  "su dueño" sea detenido y la fábrica en la que trabajaba cerrada. En los años posteriores es un activista que con la ayuda de organizaciones humanitarias denuncia la condiciones de esclavitud de los niños tejedores de alfombras en Pakistán. Boceto de Eva lago con la cara de Iqbal Masih para el proyecto teatral DEBAJO DE LA ALFOMBRA. En 1992 Pakistán había firmado la Convención contra el trabajo infantil. En 1994 Reebok, fábrica que utilizaba mano de

14 de marzo de 2015: Una semilla que fue.

Debajo de la alfombra tiene un origen, una historia cruel que lo inspira. Vamos a contar esa historia y vamos a contar la historia de un proceso, el de una obra de teatro que aspira a ser útil en la medida en la que lo son todas las obras de arte, un elemento cuestionador de las vidas normales. Hace ya cuatro años que la directora de nuestra compañía, Esther Pérez Arribas, empezó a preguntarse en serio quién era Iqbal Masih. Regresando en coche de Gijón en febrero de 2015, después de unos días trabajando en FETÉN (la feria europea de teatro para la infancia), su compañera de viaje (Mariví Suescun, Bambalúa teatro) recibe una llamada de su hija en la que hablan de un libro que a la postre será fundamental en el montaje de "Debajo de la alfombra". Esther y ella entablan entonces una primera conversación sobre  Iqbal que despierta su interés. Unas semanas más tarde Pie Izquierdo representa "Mírame" en las Casas del Tratado, Tordesillas: sobre las tablas la hist